Descubrir el potencial regenerativo del pez cebra para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas

Las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas son las principales causas de muerte, morbilidad y discapacidad en todo el mundo. A pesar de la disponibilidad de intervenciones médicas y preventivas, la regeneración de los tejidos dañados es la única acción que puede restaurar la función adecuada de los órganos y reducir la discapacidad de los pacientes. La regeneración tisular en organismos complejos como los mamíferos se limita a la piel, el pelo, las uñas, el epitelio intestinal, la formación de tejido óseo y la formación de cicatrices en tejidos dañados. Sin embargo, el corazón y el sistema nervioso central (SNC) humanos no pueden regenerarse. Esto provoca daños cardíacos a largo plazo o, en muchos casos, la muerte cuando se producen infartos, y alteraciones neurológicas en el SNC cuando se dañan las neuronas. La capacidad del pez cebra para regenerar su corazón, motoneuronas y médula espinal lo convierte en un modelo ideal para la investigación sobre la regeneración de órganos, corazón y neuronas. Los científicos pueden estudiar la capacidad del tejido cardíaco o neuronal para repararse tras un daño mientras el pez cebra sigue vivo.